Bestia Indomable

Soy bestia salvaje, de noche indomable, no se deja cazar, nadie comprende mis emociones mutables, temperamento insoportable.

   
De casería muchos han venido, muchos apuntaron a mi lomo suturado, muchos me han herido, ninguno me ha curado, ni aquel guarda bosques de este valle encantado. ¿Sera que  mi temor no me permite acercarme?

Dardos anestésicos por ratos me han calmado, quizás están cargados de mentiras maquilladas, combinadas con ternura y causando sensación de que el liquido que causa somnolencia  indiscutiblemente se llama amor.

Pasa el efecto y despierto, vuelvo a recordar, aunque distinto su olor, es el mismo cazador.

Me lleno de rabia de nuevo, y ahuyentarlo quiero, saco mis garras e inyecto con mis colmillos veneno.

Si alguno domesticarme quisiera yo violenta me muestro a la defensa. Pues confianza no tengo,  siempre seré su presa, inseguridad me rodea porque siempre cabe la posibilidad de que su pared mi cabeza adorne, convertirme en ese trofeo que sus amigos admiraran, querrán a su casa llevar, pero que el cazador como dueño solo pretenderá salir al valle muerto en busca de más, sus anhelos coleccionar, y sus placeres saciar.

No se si dar a torcer el orgullo, a pesar de lo que me depara el futuro, aunque tendría un cálido estudio para dejarme querer, seria la esclava de lágrimas que en vez de bestia me convertirán en mujer.



Comentarios

Entradas populares de este blog

10 Libros destacados de la década del 70