Carta Al Olvido

Echar al olvido parte de ti no siempre funciona, los fantasmas de lo que fuiste querrán regresar y acondicionar tu alma, porque en esencia siempre debes ser tu y solo tu quien dispones de tus actos, tu pensamiento y tus sentimientos. 

Muchas veces quise escribirte y no me atrevía, es que me sentía libre, me sentía plena, pero sabia que tu estabas ahí, en el asecho me veías, se que difícilmente cada momento de mi vida te perderías.

Se que las circunstancias que nos distanciaban era por mi bien, porque así lo decidí, porque así lo quería.

Se que las cosas iban bien sin ti, infortunadamente necesitó verte, se que hace tiempo no nos vemos, lo siento, cosas ajenas a mís éxitos me piden a gritos que te vea, necesito pedirte muchas cosas y no se cual seria tu reacción.

Bien, si decides leerme quiero que consideres mi petición, hace algunos años te entregue mi sensatez, te entregue mi fuerza de voluntad, te entregue mis fortalezas, mi razón de pensar, a cambio me diste condiciones obsoletas que ya no necesitó mas; me diste la capacidad de apreciar, anhelar, sentir, amar, ser consciente, amable, nunca distante.

Y no sabes cuanta factura me ha pasado el tiempo, al llevarte tu mi visión de lo real, de lo palpable, lo confiable. Extrañamente te agradezco porque en algunos momentos aprendí lecciones que hoy me sirven de testimonio y no de argumento.

Sin embargo, por favor mi querido olvido regresa a mi lo que ahora te pido. Regresa a mi todo lo que una vez te di, no me digas que lo echaste a la basura porque no me perdonaría nunca el descuido de mis principios, están en juego mis debilidades las cuales no quiero más, necesito mis ideales para sentirme viva una vez más.

Espero pronto la respuesta a mis errores, solo tu olvido puedes hacer volver mis razones.