Como perder el amor de tu vida

Desquiciadamente se enamoran
del que está frente a ellas y se comparan con la ex, con la vecina, con la
madre, y las eventuales amantes que podría tener. Desconfían, se callan, y hacen
caso omiso a sus necesidades emocionales. Intentan validar cualquier acto no
congruente con su pensamiento; justifican reacciones sorpresivas en pos de la
democracia; se engañan con suposiciones, fingen orgasmos; alegrías, y enojos; se
entregan con las manos atadas.
Descuidan sus
relaciones, rompen dietas, abandonan hobbies, abandonan sus sueños; se
interesan por cosas que no tienen importancia para sus sentidos, en pos de la pasión
de esa persona que se ama; pretenden estar en un estado de armonía total, y guardan
los reproches hasta que la olla a presión explote. Modifican la estructura de su
pensamiento para sostener un vínculo, una pareja, sin tomar conciencia, de que
eso es una relación de dominio; en dónde la mujer se auto-coloca en el escalón
de abajo. ¿Y todo para qué? Para sentirse querida, tenidas en cuenta,
importantes, sostenidas, amadas. Y en el afán de prolongar esa sensación de
“cuidados intensivos” pierden el amor de su vida, que es el amor propio.
Contrariamente a lo que se cree, si estás siendo alguien diferente a quién
eres, difícilmente podrás amar en forma genuina, pues desde la cáscara de tu
imagen te estarás relacionando.

Cómo mujer tienes el
mismo derecho que tu pareja a decir lo que quieres, a expresar tus ideas, a ir
por tus intereses, a darte a respetar. Si estás en una relación en la que no
puedes ser tu misma porque al otro no se le da la gana, se enoja, o no lo
considera propio, vete… porque estás perdiendo lo único que tienes TU AMOR
PERSONAL, la fuente de la que emana todo poder que tienes.
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