Escritos Por Accidente

Y por ratos siento ese amor que se riega por todo el cuerpo, que empaña como el vapor de aire caliente que se expulsa por la boca ante un espejo. --Pero mi corazón, ese trozo que queda de el me recuerda que no, no soy feliz. Cuando tus manos tocan mi piel, se eriza como cualquier piel gallina y por mi columna sube esa corriente eléctrica que causa electro shock de pasión en mi cerebro. --Pero mi corazón, ese trozo que queda de el me recuerda que no, no soy feliz. Y tus besos, esos que me hacen flotar en el universo y saborear el dulce melao hecho con fresas frescas caramelizadas, que me funden en un éxtasis de placer al gusto. --Pero mi corazón, ese trozo que queda de el me recuerda que no, no soy feliz. Tus palabras que susurran en mis oídos, que entorpecen mis propias palabras y me obligan a escuchar argumentos que a ciegas creo,  imagino ilusionadamente que son sinceros. --Pero mi corazón, ese trozo que queda de el me recuerda que no, no soy feliz...

Desearía que fueras mi punto final, la ultima coma de mis textos, el único paréntesis en mi vida que nunca se cierre, quisiera que fueras el ultimo capitulo de mi libro con un final feliz. Si, sé que es mucho pedir al destino.   Me pregunto si esa extraña magia que tu piel y tus besos destilan cuando están en contacto con mi cuerpo, serán reales como las llamas del infierno, o si lo que percibo de ti es tan real como lo angelical del cielo. Nos sentimos tan placenteramente proporcionales el uno al otro juntos que pareciera que voláramos como las gaviotas en triangulo, brindando impulso uno al otro. Y somos tan imperfectos que pareciéramos sacados de diferentes cajas de rompecabezas pero con el mismo paisaje. Si nuestra unión dependiera de un cordón umbilical te juro que atada a ti me quedaría hasta el final, recibiendo todo este cariño que me das, como los alimentos de la madre al feto que pronto alumbrara. Extraño suceso de sentimientos...