Escritos Por Accidente

La soledad nos hace elegir y aferrarnos a una pared fría y rustica, pensando que podemos llegar a pulirla y calentarla con nuestra alma, pero no. Los arañazos y los resfriados causados por su proximidad a mi cuerpo fueron poco a poco intensificando el dolor, y es que comprendí que era la pared que me refugiaba pero no exactamente la que necesitaba. Aquella pared construida sobre un terreno árido, una zapata echa a la ligera, la arena tenia aspecto despreocupado de todo, el cemento tenia una ligereza critica, y los bloques embaldosados se podían notar cada uno por su lado; entonces me di cuenta que esa pared no era segura para mi,  no era lo suficientemente concentrada en su estructura vital: 1. Arena mal seleccionada 2. Cemento mal mezclado 3. Bloques mal ensamblados. Con dichos aspectos llegue a la conclusión, de que si de por si no podía ser solida para mantenerse en pie, tampoco me serviría de apoyo, de fortaleza, de refugio, a pesar de ser fría estaría dispuesta a tom

En el 55% de las ocasiones suelo escribir por peticiones de amistades, hace unos cinco meses una amiga me pidió que hiciera un escrito reflexivo sobre el suicidio.  No me había sentido inspirada para dicho tema, pero mientras estaba en la cama siendo las diez y veinte minutos de sábado por la noche, ciertas inquietudes llegaron a mi cabeza sea por “x” o por “y”. Mi amiga me había pedido que escribiera sobre “ese vacío que dejan las victimas de suicidio a sus familiares, en lo desconsiderados que son al no pensar en quienes los aman”. Pero yo rebelde al fin saque mis propias conclusiones muy personales  basadas en análisis empíricos. Si es cierto que las personas que se arman de valor para inducir su propia muerte, es simple y llanamente porque tienen un problema emocional que los afecta a niveles depresivos intolerables para su capacidad mental de afrontar la vida y poder asimilar situaciones. —si yo se que soné a trabalenguas— ¿Saben qué?  No me importa. Es común las pa

--Que te pasa. Por que tan callada hoy. - Pensando. Analizando mi vida. --¿A que te refieres? - Al infortunio de tener que lidiar cada día con tratar de mantenerme firme, ser quien lleve los pantalones de dama valiente y madura que debe velar por la cordura de una relación que se deteriora por tomar acciones desaprensivas que convierten todo en un juego. --No te entiendo, pero te escucho. - Claro que no entenderás, es imposible entender, es incomodo incluso para mi tratar de entender, la inmadurez que refleja la vida misma en esta relación caótica llena de sombras que alucinan en mi rostro, una imaginación sin limites con fines de carácter dañino, la paciencia se agota, fría y torpemente mis ilusiones dejan de gotear alegría, no consenso liberar mi alma de las injusticias divinas de mi subconsciente. --Tranquila, tampoco te apuñales de culpas que no existen. - Me siento torpe, de manos atada una sumisa de los recuerdos, esclava de los temores, presa d

Conserva tus miedos y ellos te atraparan y se convertirán en amo y señor de un destino miserable. Era una tarde cualquiera de esas en las que como de costumbre me sentaba y tomaba mi sorbo de café, aquel rico café que me preparaba la tía. Mientras observaba a lo lejos, mi mente comenzó a analizar rincones de mi vida que se empolvaban en las esquinas de mi vida y las arañas eran las únicas que construían algo. Sabia que mi vida sufría un perplejo estanque parecido a esos de jardín abandonado y cubierto de musgo y acumulando anfibios. Un cuadro para nada bonito, ni exótico mucho menos interesante. Pensé en que mi vida quizás no valía mucho, que se devaluaba como moneda antigua, que en vez de pasar a un museo a descansar tranquila se ve sepultándose en el lodo cada vez que cae una llovizna. Tan tonto comparar la vida con el anteceder de los objetos, pero es una manera fácil de comprender como se mueven las fichas en tu tablero, es mas fácil darse cuenta cuand

Nadie obtiene lo que desea en su total expresión, la felicidad es solo algo que antecede al miedo, ese miedo que sientes en los huesos de perder lo que te hace feliz. Pero ser feliz es un riesgo que todos estamos dispuestos a correr. Sin embargo, a veces es bueno hacerse la idea de que no somos felices, esconder lo que sentimos debajo de las piedras, hacer de cuentas que el dolor es constante y duradero, que las oportunidades se perdieron, que las súplicas y los ruegos se acabaron, que desaparecemos de la vida de los demás de un golpe y sin pensarlo, entonces sería como navegar en lo seco, por miedo a ahogarnos en el océano que creamos no bajamos los pies y pisamos el suelo plano. Es bueno construir un ario desierto en el corazón, evitar los oasis que por lo general son cargados de cascadas de ternura y manantiales de honestidad que al final solo es arena levantada por fuerte viento de tormenta. Quizás esta manera de afrontar la vida día a día al despertar, se ve como un aten

Dormía placenteramente, cuando de pronto en mis sueños te hiciste presente, te veía, veía como golpeabas mis heridas, yo gritaba que dolía, te pedía que pararas y tu ningún caso hacías, después de un rato en agonía ya no era dolor lo que sentía, mi respiración se afligía, profundo inhalaba y eexhalaba, placer sentía, te detuviste, púes perdón me pedias, pero yo, ya era otra, que siguieras quería, me fui volviendo adicta a tu doloroso querer, ya no era normal el modo convencional, necesitaba algo mas, algo que completara mi clímax, pero era solo un sueño, sueño que al despertar anhelaba convertir en realidad. Suena enfermizo ¿pero quien dice que en el sexo hay reglas que marquen parámetros inaceptables?